El Colegio de Fortín Mercedes fue fundado el 2 de abril de 1896 con el nombre de María Auxiliadora, por las Hermanas Luisa Ferrero, Directora, Rosa Conti y Petronila Lombardini.

Inmediatamente se ocuparon de nueve internas muy pobres, instruyéndolas en los principios de la religión y la cultura, trabajando a tiempo pleno.

Paralelamente, abrieron un oratorio con el mismo nombre, a cargo de las hermanas Luisa Ferrero, como directora y Rosa Conti, como ayudante.

La casa se situó en la margen del río Colorado, teniendo como únicos vecinos la oficina de telégrafo y una casa de negocios.

La obra fue respaldada económicamente por los señores Lucero, quienes conceden los terrenos para ambos colegios y prometen su apoyo.

Al año siguiente de su fundación, ya contaban con la presencia de una nueva religiosa, Sor María Gragna. Ese mismo año reciben por primera vez la visita de la Madre General desde Italia.

En 1908 tuvieron la dura prueba de la epidemia de escarlatina, prodigando cuidados a los enfermos, huérfanos y aún de las familias.

En 1909, el Colegio se cerró por disponerse el establecimiento de un Noviciado Salesiano. Las niñas fueron enviadas a sus casas y algunas colocadas en casas de familias.

Años más tarde el Padre Luis Pedremonte, Inspector de la Patagonia, resolvió asilar a algunas niñas de los alrededores de Fortín, bajo la tutela de una piadosa seglar, con la esperanza de ponerlas más tarde bajo la dirección de las Hermanas. Prometió a Madre Mazzarello que de conseguir esta gracia le pondría al Colegio su nombre.

En 1923 la Madre Inspectora Magdalena Promis y Sor Catalina Mittino pasan por Fortín y, viendo la situación, resuelven enviar a dos Hermanas al Colegio Madre Mazzarello: Sor Rosa Pons y Sor María Amalfi.

La primera falleció el 3 de mayo 1923 y la Madre Inspectora envió a Sor Asunción Tolomei a sustituirla.

Desde ese año, el colegio ha funcionado ininterrumpidamente. Actualmente el viejo edificio ya no existe. Lo sustituye una nueva edificación simple y funcional para la actividad que en ella se realiza, que es, al mismo tiempo, escuela y hogar. Anexo al Colegio, funciona la Casa de Ejercicios Espirituales.

Desde 1996, el colegio abre sus puertas a alumnos de ambos sexos. Ese mismo año se equipa el colegio con un moderno gabinete de computación

El lunes 10 de Marzo de 1997, ante la necesidad de ampliar la matrícula de primer año, se inauguró el Jardín de Infantes, funcionando en el mismo edificio, a partir del reciclado de los ambientes contiguos al comedor de las internas.

Ese mismo año, se comienza a implementar el proyecto de articulación con el Colegio Padre Pedro Bonacina, en dependencias del cual funciona el octavo y noveno año del tercer ciclo de la Educación General Básica.

Está registrada como Escuela de Gestión Privada en la región XIV, jurisdicción del Partido de Villarino de la Provincia de Buenos Aires, con número de DI.E.GE.P. 0628 de fecha 29 de Diciembre de 1961 y número de C.E.C 03-26.

La definimos como un conjunto de estamentos, a saber: nivel inicial y E. G. B, en el cual participan directivos, docentes, asistentes, alumnos, padres, entidad propietaria, personal administrativo, exalumnas y personal de maestranza.

Cada nivel promueve la educación integral, a través de su organización y la persecución de un objetivo compartido.

Objetivo: contribuir al desenvolvimiento de la personalidad infantil, integrando a la familia como participante activo que favorezca el desarrollo intelectual, emocional, físico, social y espiritual mediante el descubrimiento de Dios en la vida diaria y el respeto por las tradiciones; logrando una adecuada articulación con los otros niveles del sistema educativo.

Organización: el nivel inicial se organiza en una sala integrada de alumnos de entre tres y cinco años de edad.

Objetivo: promover una educación integral que ayude a los alumnos a lograr su autoconocimiento para que pueda responder al llamado de la Iglesia y construir una sociedad con responsabilidad humano- cristiana.

Organización:

OPCIÓN 1: Vivir una relación positiva consigo mismo y con los demás.

OPCIÓN 2: Promover la participación activa de todos los miembros de la comunidad.

OPCIÓN 3: Vivir según el proyecto de Dios, Señor de la vida.

Nuestra pedagogía se fundamenta en el Sistema Preventivo de Don Bosco, conocida como Pedagogía Salesiana.

Como Don Bosco y Madre Mazzarello, queremos formar al hombre completo, impregnado de fe en lo humano y encarnado en su realidad, a través de un itinerario educativo capaz de llevar a los jóvenes a la santidad.

Partimos de la convicción de que en todo niño, por marginado y perdido que se encuentre, hay energías de bien que, si se cultivan de modo pertinente, pueden llevar a optar por la fe y la honradez. A la luz de esta convicción, se definen algunas opciones que caracterizan el sistema educativo salesiano:

• Un ambiente educativo familiar y comunitario, que es vehículo y propuesta de valores, donde se respira un clima de familia, manifiesto en relaciones interpersonales entre educadores y educandos hasta llegar a la comunión de ideales y valores.
• Una llamada a las fuerzas interiores: razón, amabilidad y religión, que son por una parte, dinamismo interior para que el niño se oriente con responsabilidad en la elección de lo bueno y verdadero y, por otra, un criterio de acción educativa. La propuesta para un compromiso moral y religioso se hace con medios razonables y amables.

La razón es sinónimo de sentido común, es educar con sencillez en el recto uso de la libertad, mediante motivaciones que iluminan las opciones. Pretende lograr que el educando desarrolle su capacidad de discernimiento y de crítica constructiva. Se apoya concretamente en la vivencia y evaluación de la experiencia diaria.

La religión es el medio que ayuda al educando a insertarse en la actividad salvadora de la Iglesia. Lo hace a través de la Palabra de Dios, la oración, los Sacramentos (especialmente la Eucaristía y la Reconciliación), la devoción a María Santísima y el amor a la Iglesia.

La amabilidad (más precisamente la amorevolezza) es cordial, amor profundo, efectivo, incondicional, que permanece no obstante los errores del educando, que lo hace sentirse amado aún cuando sea corregido. Manifiesta claramente que busca el bien del educando; tiene en Cristo su origen y su término.

Los alumnos son el centro de la vida de la comunidad Educativa, de sus opciones y sus propuestas. Son niños y preadolescentes provenientes de la zona rural, con predominio de origen boliviano. Es por ello que la escuela se compromete a brindarles su aporte original y creador según la edad y el grado de madurez, teniendo en cuenta todos sus conocimientos previos para que sus aprendizajes sean significativos.

Se pretende que el alumno asuma un rol protagónico, donde se comprometa responsablemente con la sociedad, para que pueda transformarla según los valores evangélicos. Creemos que entrando de esa manera en relación con los problemas que presenta la vida socio política, logrará un crecimiento personal y comunitario. Es para ello que se pretende que los alumnos desarrollen los siguientes rasgos:

• Trascendencia religiosa.
• Participación activa en sus grupos.
• Responsabilidad
• Actitudes de solidaridad, lealtad, respeto, sinceridad y apertura hacia todos los miembros de la comunidad.
• Apertura a los bienes de la cultura.
• Laboriosidad.
• Respeto y devoción durante las celebraciones litúrgicas.
• Manifiestan actitudes de compromiso con los valores nacionales y los símbolos patrios, especialmente durante los actos escolares.
• Acepten amorosamente a la familia y a la propia Iglesia.
• Se sepan seres únicos e irrepetibles capaces de cambiar "mi" y "la" historia.
• Aprendan a razonar como una forma de liberarse de "lo que me quieren imponer".
• Respondan a las exigencias ciudadanas en coherencia con los principios morales.

Partiendo del concepto educativo dentro del Sistema Preventivo, que privilegia el diálogo, se sostiene que es imprescindible respetar el protagonismo del alumno en cuanto a su propia formación, por lo cual su colaboración debe estar motivada, desde la razón, la religión y la amabilidad, trinomio del sistema salesiano de educación.

Frente a situaciones de inconducta de cualquier índole, los educandos serán llamados a dialogar, con sinceridad y firmeza se los ayudará a reflexionar sobre los aspectos éticos de su actuar, comprometiendo su responsabilidad y buscando en todo su crecimiento personal. Asimismo, se conversará con los padres sobre el particular.

En casos especialmente graves, a juicio de los educadores, los educandos serán pasibles de sanciones más serias. Incluso se considerará su alejamiento del Instituto.

Constituyen inconductas personales y colectiva las faltas de respeto, palabras, gestos, actitudes y obras referidas a los miembros, actividades y ámbitos de la Comunidad Educativa.

Entendemos por Comunidad Educativa un ambiente educativo y una propuesta de valores, con una convergencia y continuidad de intervenciones educativas implicando a la comunidad religiosa, a los jóvenes, a los educadores laicos y a los padres en el proyecto de educación cristiana de Don Bosco y la Madre Mazzarello.

Los miembros de la Comunidad Educativa forman una familia que tiene un mismo espíritu.

• Los niños y preadolescentes son los protagonistas de su formación y asumen el compromiso de su deber escolar y de su proyección apostólica, transformándose en evangelizadores.
• La Comunidad Religiosa testimonia en la Comunidad Educativa los valores definitivos del Reino, desde la especificidad del carisma salesiano. Anima a toda la comunidad educativa y vela para que se mantenga y crezca en los demás el espíritu salesiano. Es, además, la encargada de llevar adelante el área financiero- administrativa de la escuela.
• Los educadores laicos animan, junto con la Comunidad Religiosa, la Comunidad Educativa. Acompañan y estimulan el proceso de maduración de los niños, dando testimonio de la vida cristiana en su familia, en su profesión y en el medio en el cual actúan. Son los responsables directos de guiar los procesos educativos, organizando junto a los demás miembros de la comunidad toda la labor que se desarrolla en la escuela.
• Los padres de familia ejercen el principal e intransferible derecho de educar a sus hijos. Colaboran activamente en la misión educativa de la escuela, la cual los ayuda a crecer en su vocación matrimonial. Cumplen funciones consultivas y decisorias cuando las circunstancias lo requieren.
• El personal de maestranza cumple con la importante función de mantener las instalaciones en orden para el correcto funcionamiento de todas las actividades. Participa con el resto de la comunidad de los encuentros de formación espiritual y de todas las festividades.

La relación de la escuela con los distintos estamentos se da del siguiente modo:

1. Con la Iglesia, a través de la atención de los oratorios: El Paraíso y FONAVI, en la participación de liturgias y de fechas religiosas, trabajando con trámites de documentación de las familias bolivianas.
2. Con el INTA, instituto que pone a disposición de la escuela personal capacitado, para que, mediante charlas educativas, enseñe el correcto uso de las tierras, fertilizantes y herbicidas. Al mismo tiempo distribuye semillas y visita los hogares para verificar el cumplimiento de lo pactado.
3. Con el hospital local, a través del cual el colegio ha recibido profesionales que organizaron charlas de educación para la salud dirigidas a padres y alumnos.
4. Con diversas entidades y organismos de gobierno, que invitan a la escuela a participar de eventos deportivos, culturales y religiosos que ellos organizan.

La escuela recibe a los padres de diferentes nacionalidades (chilenos y bolivianos), especialmente en las fechas patrias, donde ellos muestran sus atuendos típicos y sus bailes. Asimismo, participan al colegio de sus fiestas religiosas más significativas (Virgen de Urkupiña). Creemos quede esta forma se promueve un proceso de inculturación, que favorece el crecimiento de ambos pueblos.